27 Nov
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Valencia, 27 de noviembre de 2019. Representantes de la Asociación de Viviendas de Alquiler para Estancias Cortas de Valencia (AVAEC) han mostrado su profundo malestar por no haber sido convocados a la reunión del Consell Municipal de Turisme, que celebró ayer su primera sesión, “especialmente, tras el compromiso expreso del concejal de Turismo, Emiliano García, de incluir a esta asociación en las mesas en las que se debatiera sobre turismo, como este Consell Municipal de Turisme y el Observatori de Turismo y Ocio”. 

Asimismo, han mostrado su extrañeza de que el Ayuntamiento no les haya tenido en cuenta en este foro, que el propio concejal presenta como ”sostenible, colaborativo y participativo” y define como un "foro de participación con el objetivo de que más de 60 representantes vinculados al sector turístico, así como vecinos y vecinas de la ciudad puedan aportar su visión sobre un modelo de desarrollo turístico que debe ser sostenible desde la perspectiva social, medioambiental y económica".

Emiliano García se comprometió recientemente a tener en cuenta a AVAEC como interlocutor esencial en los debates sobre turismo, habida cuenta de la trascendencia de las decisiones que se adopten para sus asociados y para una opción de alojamiento que ya se ha convertido en una de las preferidas por muchos turistas y genera alrededor de 2.000 empleos directos y unos ingresos anuales de 550 millones de euros.
Representantes de AVAEC se reunieron con el concejal de Turismo el pasado 11 de septiembre, con el fin de trasladarle las inquietudes de sus asociados con respecto a su actividad, que, de mantenerse los actuales planteamientos municipales, tendrían unas consecuencias muy graves no solo sobre el sector turístico sino también sobre el conjunto de la economía de la ciudad. 

La reunión, que respondía a una petición cursada por AVAEC a comienzos del verano, tenía como objetivo alertar al Ayuntamiento del impacto negativo de las regulaciones municipales en relación con las viviendas de uso turístico (VUT), que, en la práctica abocan a su práctica desaparición.

Los asistentes a la reunión mostraron entonces su agradecimiento por haber sido recibidos en el Ayuntamiento y haber obtenido del Concejal de Turismo, Emiliano García, el compromiso de ser tenidos en cuenta como interlocutores en mesas en las que se debatiera sobre turismo, aunque también manifestaron su sorpresa, al detectar el gran desconocimiento sobre su situación, a pesar de haber ido informando directa y reiteradamente sobre la misma a todos los grupos políticos con representación en el Gobierno Local. 

La Asociación de Viviendas de Alquiler para Estancias Cortas de Valencia (AVAEC), fundada en enero de 2016, representa tanto a particulares que han decidido alquilar inmuebles de su propiedad -como fuente esencial o complementaria de ingresos-, como a gestores profesionales de viviendas de usos turísticos (VUT), que están contribuyendo a la creación de empleo y a la dinamización de la economía local y son, además, la respuesta a una tendencia imparable en todo el mundo, puesto que cada vez son más las personas que eligen este tipo de alojamiento cuando se desplazan por diferentes motivos. 
Los representantes de AVAEC explicaron a Emiliano García que la regulación que el Ayuntamiento plantea -consideración como uso terciario y limitaciones en cuanto a ubicación en primera planta o planta baja y acceso independiente- abocaría al cierre de la práctica totalidad de las VUT. 

Este cese de actividad tendría graves repercusiones tanto sobre los propietarios particulares como sobre los gestores de VUT, que, cumpliendo la legislación vigente en el momento de su puesta en marcha, se lanzaron a hacer una importante inversión para adecuar sus inmuebles a estos fines. Cabe recordar que la mayoría de los propietarios que alquilan de este modo sus viviendas decidieron hacerlo en un escenario de crisis, tras la pérdida de su empleo, como fuente de ingresos esencial (que les permite hacer frente a sus gastos ordinarios y, en muchos casos, al pago de una hipoteca) o como un plan de jubilación, sin el que se quedarían si tuvieran que cesar su actividad.

Asimismo, los gestores de VUT crean empleo. Si las VUT tuvieran que cesar su actividad, los gestores perderían su trabajo actual y, además, se destruirían alrededor de 2.000 puestos de trabajo directos en la ciudad, sin tener en cuenta la repercusión indirecta, puesto que se dejaría de contratar a profesionales externos para reformar los pisos (albañiles, electricistas, fontaneros, fumigadores…) y de utilizar servicios de empresas como las de limpieza y lavandería.

Las personas que se alojan en las VUT realizan un consumo semejante al de los residentes en la ciudad. Cuando optan por este tipo de alojamiento, lo hacen por las peculiares características que les hacen sentirse como en casa, disponiendo de las instalaciones propias de un hogar (como cocina, terraza…), y hacer sus compras en los mercados del entorno y los comercios de proximidad, además de realizar otros consumos derivados de actividades culturales y de ocio. Los usuarios de VUT de no encontrar este tipo de alojamiento, no se irían a un hotel, sino que buscarían otro destino que lo tuviera. Quien busca un ático en el centro con una buena relación de calidad-precio, por ejemplo, no está dispuesto a alojarse en la habitación de un hotel. 

Según datos del INE, en 2018, un total 228.444 viajeros decidieron alojarse en una VUT en nuestra ciudad y generaron 768.251 pernoctaciones.

Con la nueva regulación que plantea el Ayuntamiento, que supondría el cese de actividad de alrededor del 90% de las VUT, València perdería alrededor de 200.000 viajeros y cerca de 550 millones de ingresos en la ciudad, que quienes se alojan en ellos destinan no solo al alquiler en sí, sino también a otros gastos como comidas en restaurantes, compras, alquiler de bicicletas y actividades diversas.

El cese de actividad de las VUT tendría graves consecuencias sobre la actividad comercial. Tal y como se destaca el VI Barómetro del Alquiler Vacacional en España 2019 realizado por el Instituto Multidisciplinar de la Empresa (Universidad de Salamanca), con datos de 2018, los usuarios de vivienda turística gastan de media 2.092 €, frente a los de hotel, cuyo gasto se sitúa en 1.606 €.

Las regulaciones restrictivas en relación con apartamentos turísticos ya han tenido efectos devastadores sobre el comercio de proximidad, como se ha visto, por ejemplo,  en Baleares, donde se han visto seriamente afectados los supermercados, las tiendas de souvenirs, los restaurantes o el sector del taxi, por citar solo algunos ejemplos.
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